(tomado, traducido y adaptado de diversas fuentes: http://www.conceptcarz.com, http://www.mercedes-benz-publicarchive.com, http://www.ateupwithmotor.com, http://www.topgear.es, http://www.documentosdelmotor.com, entre otros)
Foto: De Zefke - Trabajo propio, CC BY-SA 3.0
Introducción
La historia de los Mercedes-Benz Clase SL está arraigada al pedigree deportivo que el fabricante se había labrado desde sus primeros años.
Ya el día 19 de junio de 1927, apenas un poco menos de dos años después de la fusión entre Daimler y Benz que dio origen a la marca de la estrella, Mercedes-Benz participó en la carrera inaugural del emblemático circuito de Nürburgring.
Fotografía de la línea de salida de la carrera inaugural de Nürburgring, en junio de 1927. Los vehículos número 1 y 2 son Mercedes modelo S de 1927, mientras que el número 3 es un Daimler Mercedes modelo K de 1924, predecesor directo del anterior
En dicha carrera, los Mercedes S pilotados por Rudolf Caracciola y Adolf Rosenberger, con sus enormes motores de 6,8 litros y 182 CV, lograron la primera y la segunda posición, marcando una velocidad media de 101,1 km/h en el sinuoso trazado de 29 kilómetros del “infierno verde”. Con toda razón, los vehículos fueron apodados “Los Elefantes Blancos”.
Los cuatro "Elefantes blancos": Los Mercedes S, SS, SSK y SSKL
Así, durante los inicios de la tercera década del s.XX, el Modelo S y sus derivados posteriores (SS, SSK, SSKL) pusieron las bases de la fama de Mercedes-Benz en la competición, ganando múltiples carreras en Nürburgring, GP de Alemania, GP de Suiza, GP de España. y la mítica carrera Mille Miglia, entre otras. Sin embargo, un cambio de normativa en 1934 por parte de la AIACR (Association Internationale des Automobile Clubs Reconnus, o "Asociación Internacional de Clubes de Automóviles Reconocidos" predecesora de la actual FIA), limitó el peso máximo de los vehículos de competición a 750 kilogramos (sin contar neumáticos, combustible y piloto), lo cual efectivamente dejaba fuera del reglamento al Modelo S y sus sucesores.
Mercedes-Benz contraatacó con la producción de otro vehículo especialmente pensado para la competición: el W25.
El Mercedes-Benz W25 (1936)
Cuenta la leyenda que que el 3 de junio de 1934, en la carrera de Eifelressen en la que se presentó la versión A del Mercedes W25, el coche sobrepasaba en 1 kilogramo el peso máximo permitido por la normativa de carreras de 750kg con lo que, para poder tomar parte en la carrera era necesario desprenderse de algún tipo de lastre. Entonces Alfred Neubauer, el jefe del equipo, y el piloto Manfred von Brauchitsch decidieron eliminar la pintura blanca del vehículo (el color blanco representaba a los vehículos alemanes en las competiciones) y dejar el metal brillante al descubierto, haciendo que el W25 adelgazara el kilogramo sobrante y pudiera, con sus 350 HP de potencia, ganar la carrera al día siguiente.
Supuestamente tal drástica medida se basó en un resquicio semántico de la normativa de la AIACR: Al estar escrita en francés, aquella nombraba los colores con sus nombres heráldicos, con lo que el color para los vehículos alemanes aparecía denominado como argent, que significa tanto "blanco" como "plata", lo cual dio origen a que los Mercedes-Benz de competición fueran conocidos desde entonces como "Las Flechas de Plata".
El equipo Mercedes en el Gran Premio de Suiza, el 21 de Agosto de 1938: Rudolf Uhlenhaut (director de ingeniería), Manfred von Brauchitsch (piloto, 2a posición), Rudolf Caracciola (piloto, 1a posición), Richard Seaman (piloto, 3a posición), Max Sailer (director de desarrollo) y Alfred Neubauer (jefe de equipo)
Sin embargo, esta historia pertenece más al terreno de las leyendas románticas que a la realidad, porque ya en 1932 von Brauchitsch había utilizado un Mercedes-Benz SSKL plateado en la pista AVUS (Automobil-Verkehrs- und Übungs- Straße, o "Pista de entrenamiento para el Tráfico Automotriz") de Berlín. Allí el vehículo fue llamado "La Flecha de Plata" por el locutor Paul Laven en la transmisión radiofónica de la carrera.
Afortunadamente para Mercedes-Benz el apelativo de "Las Fechas de Plata" perduró en el tiempo para referirse a sus vehículos de competición, puesto que el público y el propio piloto habían llamado al coche en cuestión Die Gurke (es decir "el pepinillo").
La primera "Flecha de Plata" (o "el pepinillo", según gustos del lector), el Mercedes SSKL de 1932. Lamentablemente no es uno de los 4 vehículos originales, puesto que ninguno de ellos ha sobrevivido hasta nuestros días, sino una reconstrucción completa realizada por Mercedes-Benz en 2019.